Estos días no dejo de leer en prensa digital y redes sociales, diferentes artículos, post de opinión, que inciden en pronosticar cómo seremos y cómo será el mundo tras el coronavirus.
Más allá de estas opiniones y de las propuestas que realizan, unas más optimistas, otras más pesimistas, lo que sí parece claro es que el coronavirus nos va a cambiar.
Sin duda, la experiencia que estamos teniendo todos, con nuestra libertad de movimientos limitada, obligados a permanecer en casa, viendo la vida pasar a través de una pantalla de ordenador, móvil o televisión, o del cristal de la ventana de nuestro salón, va a tener consecuencias en nosotros.
Igualmente, ver y reconocer a diario, la labor titánica que están haciendo nuestros sanitarios, cuerpos de seguridad, personal de limpieza, reponedores, cajeros, etc., personas anónimas que están combatiendo a pie del cañón, por superar esta situación, también va a tener consecuencias en nosotros.
Realizando un simple análisis de esta situación, yo diría que las personas tenemos una voluntad fuerte, que somos muy capaces de ponernos en modo colaborativo cuando las circunstancias lo requieren, y trabajar todos juntos por un objetivo y bien común, cada uno desde nuestra posición, en la medida en la que podemos contribuir.
Destacaría también la buena fe de las personas. La mayoría de nosotros estamos cumpliendo las medidas de confinamiento con honradez y convicción, poniendo por encima de nuestro interés, el interés colectivo.
Añadiría que tenemos identificada la necesidad de tener un estamento político que se comporte de manera neutral e imparcial, y sea capaz de articular ese gran pacto de gobierno enfocándose en el bien común, que nos permita minimizar el impacto de esta crisis sanitaria de la mejor forma y con la rapidez que necesitamos. El resto, ya lo haremos los ciudadanos, tal y como lo estamos haciendo.
Con todo esto, no tengo la capacidad de pronosticar como será nuestra vida tras el coronavirus, ni como habremos cambiado como sociedad o a nivel individual.
Lo que si me gustaría es que esos principios y valores que todos tenemos y que ahora estamos poniendo de manifiesto, se mantengan y guíen nuestras próximas acciones, cuando recuperemos la libertad de movimiento, y regresemos a la vida cotidiana.
Estos son los valores con los trabajamos en Mediación Navarra para que con ellos, nuestros clientes obtengan acuerdos de futuro.
Amaya Sanz Oricain
Abogada y mediadora
Socia de Mediación Navarra