Tomar decisiones

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Todos en nuestra vida cotidiana estamos permanentemente tomando decisiones. Algunas mas insustanciales, como qué ropa me pongo, voy andando o en autobús, pongo ahora la lavadora o más tarde…. A veces son algo mas complejas o difíciles, empiezo la dieta?, me cojo las vacaciones en julio?…. No nos damos cuenta, pero tomar decisiones es una actividad cotidiana.

La toma de decisiones es un proceso mediante el que realizamos una elección entre diferentes opciones y en diferentes contextos (empresarial, económico, familiar, social…) básicamente consiste en elegir una opción entre las disponibles, para con esa elección resolver un problema.

No parece difícil… y, sin embargo, vemos como puede ser tremendamente complicado. Hay que evaluar las alternativas, es necesario conocer, comprender y analizar el problema. Los ejemplos que expongo en el primer párrafo son sencillos, de esos en los que el proceso de reflexión, evaluación, comprensión y análisis es rápido y casi inmediato. Pero todos sabemos que hay problemas ante los que se nos abre un abanico grande de opciones de respuesta y de solución, con consecuencias diferentes según cada una de las alternativas de actuación. Aquí, tomar decisiones se convierte en algo muy complicado. Cualquier opción que elijamos, nos hace descartar algo que no deseamos perder, y la renuncia no es nada fácil…

En situaciones de conflicto que deseamos resolver, no podemos eludir tomar decisiones. Sí, sabemos que el estado emocional cuando se vive un conflicto nos limita hasta nuestra capacidad de reflexión, análisis y por lo tanto nuestra capacidad de toma de decisiones. Pero los cambios tan necesarios para resolver nuestros conflictos solo pueden darse si asumimos eso que nos gusta llamar «las riendas de nuestra vida», que no es nada más y nada menos, que tomar decisiones.

La mediación como proceso de gestión de dificultades adaptado a las personas que las sufren permite que quienes tienen un conflicto puedan, con el auxilio del mediador, tomar conciencia de su problema, analizarlo y evaluarlo para, tras la reflexión, tomar la mejor de las decisiones o la menos mala.

Así que, si tenéis un problema, buscad un mediador que os acompañe y ayude en este proceso.

 

 

Maite Ruiz Aquerreta

Psicóloga y mediadora

Socia de Mediación Navarra

Mentoring con enfoque de genero

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Durante el mes de septiembre 30 mujeres hemos participado en el programa de Mentoring en clave de igualdad para el crecimiento profesional, promovido y financiado por el Instituto Navarro para la Igualdad (INAI/NABI)

AMEDNA ha llevado a cabo el programa utilizando como referencia la guía desarrollada por el INAI/NABI “Las mujeres en la Dirección de las empresas. Sesgos y barreras de género”, y ha sido la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra quien ha contado conmigo y ha confiado en mi como mentora.

Tengo que reconocer que me sorprendió cuando me llamaron para proponerme participar en el programa, ¿yo? ¿mentora? No es un papel que me resulte familiar y en principio ni atractivo, se supone que la persona mentora tiene que utilizar su experiencia y vivencias como ejemplo que le pueda servir a la persona mentorizada para hacer su camino de desarrollo profesional o de emprendimiento. A mi esto en principio no me encajaba…. Por mi trabajo y formación creo profundamente en las competencias de las personas, en sus recursos que en ocasiones pueden estar menos visibles por nuestras circunstancias personales (preocupaciones, conflictos, problemas de todo tipo…), pero están ahí y mi esfuerzo se dirige a devolverles la confianza en si mismos que creen perdida.

Pero si AMEDNA confiaba en mí, yo tenía que devolverle la confianza, Y confié en AMEDNA. Me puse en manos del programa y la metodología desarrollada para él y lo demás fue dejarse llevar.

Ha sido un placer participar y un placer compartido, porque las valoraciones que nos transmitió AMEDNA en la jornada de clausura han sido muy buenas.

Desde aquí mi reconocimiento a INAI/NABI por impulsar esta iniciativa y a AMEDNA por llevarlo a cabo.

Así que con orgullo muestro el resultado de este trabajo

La custodia una cuestión conflictiva

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Ya hemos hablado alguna vez, acerca de los divorcios conflictivos y de cómo los hijos son los que más sufren cuando se produce un divorcio difícil.

Cuando se produce la ruptura de la convivencia de los padres, la guarda y custodia de los hijos comunes es uno de los asuntos más delicados que tienen que resolver, porque las obligaciones para con los hijos continúan y van a tener que tomar muchas decisiones en este sentido.

En primer lugar, habría que distinguir entre la responsabilidad parental y la guarda y custodia.

La responsabilidad parental es todo aquello que el fuero nuevo en la ley 65 recoge los deberes que tienen los padres y las madres con sus hijos que se concreta en cuidarlos, proporcionarles lo necesario para su alimentación, vestido, residencia, educación y formación integral y asistencia física, psíquica y emocional. Corregir las conductas de sus hijos y representarlos en los actos que les afectan y que los hijos por su minoría de edad no puedan realizar por ellos mismos, así como administrar y disponer de sus bienes.

Por otra parte, la guarda y custodia se refiere a la decisión de con quién va a vivir de forma habitual el hijo en caso de separación o divorcio. Puede ejercerse por ambos progenitores o bien por uno solo, en ese caso se debe establecer, un derecho de visitas al niño. Un derecho que, no olvidemos, pertenece al niño, que es quien debe tener la oportunidad de relacionarse con ambos progenitores.

Antes, la custodia exclusiva era la norma general y casi siempre se atribuía a las madres. Actualmente, hay un cambio de tendencia. Incluso la doctrina del Tribunal Supremo atribuye la custodia compartida como fórmula general, siempre que no vaya en contra de los intereses del menor.

Si hay acuerdo entre progenitores, ese reparto del tiempo de los hijos lo negocian y no hay mayor problema, Pero para aquellas familias que no llegan a pactar  y son los tribunales quienes tiene que decidir, según la LEY 71 del Fuero Nuevo, el juez, que  será quien tome la decisión, tendrá en cuenta el plan de parentalidad, informes periciales, oirá al Ministerio Fiscal y a las personas cuya opinión sobre los menores estime necesario recabar. Además, tendrá en cuenta los siguientes factores

  1. Edad de los hijos.
  2. Capacidad de cada uno de los progenitores, cual es la relación que existe entre ellos y la relación que los menores han tenido durante la convivencia con el padre y con la madre.
  3. Actitud de los progenitores para asumir sus deberes, respetar los derechos del otro y, en especial, cooperar entre sí y garantizar la relación de los hijos con ambos progenitores, sus familias extensas, y, en su caso, nuevas parejas de cada uno.
  4. Arraigo social y familiar de los hijos.
  5. Opinión de los hijos, siempre que tengan suficiente juicio y, en todo caso, si son mayores de doce años, con especial consideración a los mayores de catorce años.
  6. Aptitud y voluntad de los progenitores para asegurar la estabilidad de los hijos.
  7. Posibilidades de conciliación de la vida familiar y laboral de los progenitores.
  8. Acuerdos y convenios previos que pudieran existir entre los progenitores y que estos le hayan justificado.
  9. Cualquier otra circunstancia de especial relevancia para el régimen de convivencia.

Si el juez opta por la custodia compartida, establecerá un reparto de tiempo equitativo entre los progenitores y si decide la custodia individual, establecerá un régimen de comunicación y estancias con el otro progenitor.

Es importante aclarar que, en Derecho de Familia, lo que sirve para unos no tiene porqué ser bueno para otros, cada caso es diferente y además las familias van cambiando a lo largo del tiempo. Es posible que un juez no conceda la custodia compartida en un momento determinado, pero sí lo haga en el futuro, y viceversa.

Pero siempre es mejor trabajar para alcanzar un acuerdo. Que la decisión sea de los padres, que son los que mejor conocen a sus hijos y sus circunstancias.

En Mediación Navarra cuando trabajamos la guarda y custodia, hablamos de reparto de tiempo, y en función del tiempo que los niños pasan con su padre o con su madre, podemos hablar de custodia exclusiva o custodia compartida. Contamos con un equipo multidisciplinar, abogada y psicóloga, y un método contrastado que ayuda a los padres a tomar la mejor decisión y como decíamos en el último programa, transitar hacia un buen divorcio.