La actualidad nos lleva a hablar del tema más comentado estos días en medios de comunicación: la docu-serie protagonizada por Rocío Carrasco en la que está haciendo el relato de su vida. Su realidad, contada en primera persona, nos lleva a escribir unas palabras sobre el divorcio conflictivo y sus consecuencias para la pareja y por supuesto para sus hijos.
Todos sabemos cuáles pueden ser a la larga las consecuencias de un mal divorcio, pero que Rocío Carrasco nos lo cuente en prime time, visibiliza esa realidad de muchas parejas que tras su ruptura se ven inmersas en un divorcio lleno de desacuerdos, enfados, rabia, y como no, un montón de demandas judiciales. Esto es lo que se conoce como un divorcio de alta conflictividad, donde todos sufren de una manera desgarradora.
Sabemos por experiencia profesional, que la manera en la que trabajen las parejas su proceso de divorcio marcará la manera en la que se van a relacionar en el futuro. Esto es una realidad, y así se lo decimos a nuestros clientes.
Muchas veces ocurre que cuando se toma la decisión alguno de los dos, o los dos, se encuentran en un momento donde el grado de desencuentro es alto y solo quieren pelear así que el acuerdo puede parecer imposible… pero todo se puede reconducir. Hay que encontrar la manera y el momento de transformar lo imposible en difícil y trabajar para que esa pareja logre reconducir la situación y se separe «por las buenas».
Pero hay un requisito para que lo imposible se transforme en difícil, y es que las emociones estén bajo control…. que no pierdan de vista el objetivo principal, que es conseguir un divorcio adaptativo, es decir, acordar todo aquello que tenga que ver con sus hijos y sus bienes, de manera que puedan cerrar ese capítulo de sus vidas.
Así pues, hay que trabajar con ellos para que gestionen sus emociones. Necesitan un apoyo emocional extra, porque están en un momento de crisis. Un momento muy difícil emocionalmente hablando. Pero si encuentran ese soporte podrán dar el siguiente paso, que es transformar lo difícil en posible.
Desde Mediación Navarra, en un proceso guiado por dos profesionales, abogada y psicóloga, facilitamos que esas parejas es situación de ruptura, consigan lo que en ese momento necesitan, que no es otra cosa que un buen divorcio.